Solo cinco días transcurrieron desde el triple linchamiento en Ivirgarzama, en el Trópico, cuando ayer se produjo otro hecho en una comunidad de Tolata, en el Valle Alto de Cochabamba, que resultó en un fallecido y un herido.
Según información proporcionada por el director regional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) del Valle Alto de Cochabamba, Marcelo Licona Quintanilla, los pobladores capturaron ayer a dos de cuatro presuntos delincuentes. Estos hombres supuestamente habían maniatado a una empleada de una propiedad de la cual robaron dinero y objetos de valor. Los dos detenidos, de aproximadamente 33 y 43 años, fueron agredidos brutalmente por los comunarios, mientras que los otros dos escaparon en un vehículo blanco.
La Policía de Tolata fue informada del hecho y se dirigió de inmediato al lugar de la violenta agresión, logrando rescatar a los dos sospechosos de robo agravado. Debido a las graves lesiones que presentaban, fueron trasladados al Hospital San Juan de Dios de Cliza para recibir atención de urgencia. Sin embargo, debido a su estado crítico, los médicos decidieron derivarlos al Hospital Clínico Viedma, lo que implicaba un viaje de al menos 40 minutos.
La directora del Hospital Clínico Viedma, Adela Amaya, confirmó que una ambulancia del municipio de Cliza llegó al establecimiento alrededor de las 13:30, con uno de los heridos de 43 años. El otro sospechoso, había fallecido en el trayecto a pesar de la asistencia del personal de salud durante todo el traslado.
El herido fue llevado al servicio de Emergencias con un cabestrillo en el brazo izquierdo y heridas en la cabeza. Los médicos evalúan su estado para determinar si tiene fracturas o traumatismos graves en la cabeza. En cuanto al fallecido, fue trasladado al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) de Coña Coña para realizarle una autopsia que determinará con precisión la causa de su muerte.
Los familiares afirman que el fallecido era un taxista que fue confundido por la turba. Por otro lado, Licona señaló que la Policía está en busca de los otros dos sospechosos de robo agravado y está llevando a cabo las investigaciones necesarias para aclarar el caso, el cual resultó en un herido y un muerto.
Cochabamba ha registrado cinco muertes en 109 días, cuatro en el Trópico y una en el Valle Alto, todos hombres acusados de robo.
TRIPLE CRIMEN
El 8 de mayo en Ivirgarzama, municipio de Puerto Villarroel, Julio César de 34 años, Cristian de 25 años y un adolescente de 17 años vivieron horas de tortura. Había una cuarta persona con ellos, pero logró escapar. La pesadilla comenzó en la madrugada después de que la gente fuera alertada sobre un presunto intento de robo y secuestro, lo que llevó a los pobladores a utilizar sus grupos de WhatsApp para comunicar y avisar a los demás.
Según el fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, 10 días antes del terrible hecho, los presuntos delincuentes contactaron a la pareja a través de redes sociales con la excusa de querer comprarles un auto indocumentado. El día del encuentro, los presuntos ladrones intimidaron a las víctimas con un arma de fuego y les obligaron a subir a un vehículo rojo. Durante el trayecto, el auto se quedó sin gasolina y una de las víctimas logró liberarse y pedir ayuda, alertando a los pobladores de que estaban siendo secuestrados.
El caso enfureció a la población, debido a los secuestros y robos registrados en el municipio y en toda la región del Trópico. La gente estaba reuniéndose cuando la Policía de Ivirgarzama llegó al sitio donde estaban los denunciados. Un oficial revisó detenidamente el vehículo de los acusados y encontró prendas de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), así como una mochila con cuadernos, certificado de notas y un mandil blanco, lo que llevó a creer a la comunidad que también robaron o secuestraron a un estudiante. Sin embargo, más tarde se confirmó que estas pertenecían a Cristian, quien era estudiante de Medicina en una Universidad de Cochabamba.
Ante los testimonios de la pareja afectada y la evidencia encontrada, la Policía aprehendió a tres de los cuatro acusados. Los detenidos fueron llevados a celdas policiales, pero una turba enardecida irrumpió en la instalación policial, causando destrozos y superando a los pocos oficiales presentes. A pesar de los intentos de la Policía de garantizar un proceso judicial, la gente estaba decidida a impartir su propia “justicia”.
Los policías de la oficina estiman que más de 400 personas ingresaron al lugar, forzando los candados de las celdas y sacando a golpes a los tres detenidos. La comisaría de Ivirgarzama se encuentra en una zona muy transitada, con comercios, paradas de mototaxis e incluso cerca de la Fiscalía.
La violencia fue registrada por los propios habitantes, que filmaron los hechos con sus celulares y compartieron el material en grupos de WhatsApp y Facebook. Julio César, Cristian y el adolescente solo podían emitir quejidos y gritos mientras eran golpeados y despojados de sus ropas, quedando solo en bóxer. Fueron sacados de la comisaría por la fuerza, sin que los agentes pudieran detenerlos, y en un video se ve a uno de ellos resignado siguiendo a la multitud.
Las imágenes son extremadamente violentas. Los tres hombres fueron exhibidos por las calles del municipio semidesnudos, con personas insultándolos y gritándoles que “no merecen vivir”. Primero caminaban y luego fueron obligados a avanzar de rodillas.
La turba condujo a los tres hombres hasta la plaza principal, donde los ataron a una palmera. Sus cuerpos presentaban marcas y heridas sangrantes. La gente los rodeaba, creando una situación cada vez más caótica a medida que la multitud enfurecida decidió rociarlos con gasolina y prenderles fuego. En las grabaciones se puede ver a uno de los fallecidos cubierto con una bolsa de polipropileno, mientras los otros dos lo observan de pie. Más tarde, se confirmaron dos muertes más. Según los exámenes forenses, las tres víctimas sufrieron múltiples contusiones, así como quemaduras que abarcaban entre el 60% y el 80% de sus cuerpos.
Una vez que todo terminó, la multitud se dispersó y reanudó sus actividades diarias como si nada hubiera ocurrido, habiendo desahogado su ira por los eventos delictivos ocurridos en la zona. Escogieron guardar silencio para evitar que los instigadores o responsables del triple asesinato fueran llevados ante la justicia. No obstante, los investigadores están analizando las grabaciones virales y otros indicios para identificar a los participantes en el suceso y determinar sus responsa- bilidades y las sanciones correspondientes.
DATOS
En lo que va del año en Cochabamba se han registrado tres casos de linchamiento con un total de cinco personas fallecidas. El primero de ellos ocurrió el 25 de enero, cuando Danilo A.R., un joven de 22 años, perdió la vida tras ser brutalmente golpeado y quemado por una multitud que lo acusaba de robar motocicletas en el Puerto Villarroel. El cuerpo de Danilo fue encontrado atado con cables en una cancha deportiva, mientras que los agresores mantuvieron un pacto de silencio. A pesar de esto, los familiares del joven exigieron justicia y afirmaron inocencia.
El segundo caso tuvo lugar el 8 de mayo, cuando tres hombres fueron golpeados y quemados en la plaza principal de Ivirgarzama. El tercero se registró ayer en Arbieto, convirtiéndose así en el tercer hecho de linchamiento en el departamento.